domingo, 2 de octubre de 2016

LLUEVE...



Llueve... dentro de mi alma, llueve.
Llueve soledad y desamparo.
Llueve.
Y el desconsuelo se vuelve aguacero,
sin viento ni tormenta.
Tan solo lluvia.
No hay nubes en mi cielo azul.
Los días pasan ligeros
y la vida se nos va de entre las manos.
Llueve.
Tu figura en blanco y negro me persigue,
quiero correr y no puedo.
Llueve y un escalofrío me recorre el cuerpo entero.
Hay paraguas que bailan entre chorros del cielo.
Charcos sucios que pisan mis pies en el frío suelo.
Llueve y nada me moja,
porque me hice impermeable,
como curtido cuero.
Llueve hoy y lloverá mañana,
cuando despierte empapada entre las sábanas de mi cama.
Llueve cuando te pienso,
también cuando te marchas.
Y en cada madrugada salpicada de insomnios,
cuando se acerca el alba,
llueve sin que a nadie le importe nada.

Airam E. M.




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