sábado, 8 de octubre de 2016

BÉSAME...



Bésame despacio, 
mientras tus ojos me sonríen
con el brillo de un amanecer en la mirada.

Bésame, 
como si fuesen mis labios
los únicos que quisieras probar.

Bésame cuando no me entiendas,
cuando no sepas que decirme,
cuando mis palabras no te encuentren.

Bésame como si besarme, 
fuese lo que más deseas,
como si nunca antes hubieses besado.

Bésame con toda la ternura, 
como si no existiese el tiempo
ni el espacio entre nosotros.

Bésame una y mil veces,
porque nunca tendré bastante,

porque de ti, nada es suficiente.

Airam E. M.

(Imagen tomada de la red)

lunes, 3 de octubre de 2016

TU ESENCIA...



Hueles a café de media tarde 
entre suspiros y miradas de inocencia.
 
Hueles a silencios que me dicen todo, 

a sonrisas tímidas mientras bajo la guardia frente a ti 
y me desarmas sin esfuerzo.

Hueles a puestas de sol de otoño 

y a paseos de la mano por caminos llanos 
sembrados de sueños imposibles.

Guardaré tu esencia para siempre en mí, 

entre algodones impregnados de ese cariño que me das 
y que perdurará para siempre, 
hasta el final del sendero de la vida.

Airam E. M.

BAILEMOS UNA VEZ MÁS BAJO LA LLUVIA...



Se derrumba el techo del mundo
mientras las brechas de mi pensamiento
vuelcan derramando fuego.

Desprovista ya de piel mi alma,
la devoran sin tregua mil hormigas.

Ya no me sujetan ataduras,
pero las alas se rompieron
en el último vuelo.

Se diluyen las sombras del reloj
desperdigando las horas
entre escalones que solo son de bajada.

Te encontré entre cajas vacías,
con las manos llenas de esperanza
y los ojos hechos un mar de lágrimas.

No juegues más al escondite conmigo.
No quiero seguir contando de espaldas a la pared.
Reinventemos un paso nuevo

Y bailemos una vez más bajo la lluvia.

Airam E. M.

(Imagen de la red)

domingo, 2 de octubre de 2016

LLUEVE...



Llueve... dentro de mi alma, llueve.
Llueve soledad y desamparo.
Llueve.
Y el desconsuelo se vuelve aguacero,
sin viento ni tormenta.
Tan solo lluvia.
No hay nubes en mi cielo azul.
Los días pasan ligeros
y la vida se nos va de entre las manos.
Llueve.
Tu figura en blanco y negro me persigue,
quiero correr y no puedo.
Llueve y un escalofrío me recorre el cuerpo entero.
Hay paraguas que bailan entre chorros del cielo.
Charcos sucios que pisan mis pies en el frío suelo.
Llueve y nada me moja,
porque me hice impermeable,
como curtido cuero.
Llueve hoy y lloverá mañana,
cuando despierte empapada entre las sábanas de mi cama.
Llueve cuando te pienso,
también cuando te marchas.
Y en cada madrugada salpicada de insomnios,
cuando se acerca el alba,
llueve sin que a nadie le importe nada.

Airam E. M.