viernes, 11 de noviembre de 2016

ATRAPAR UN INSTANTE...



Y de uno, nos fuimos a otro, 
y a otro nuevo...
Y después más.
Se iban encadenando,
seguidos, golosos,
sin despegar los labios el uno del otro
ni por un instante.
Y mi lengua se deslizó,
húmeda y resbaladiza por tu boca,
para encontrarse con la tuya
en un pulso caliente.
No hubo voz,
no hubo quejidos,
tan solo delicias.
El cielo se hizo paraíso para tu goce
y el roce de tus manos en mi piel
enloquecía mis sentidos.
Lloré de placer entonces
por sentirte mío,
quise atrapar por siempre
ese segundo
y me rompí con un escalofrío.

Airam E. M.