martes, 15 de noviembre de 2016

SIN TI NO SOY YO...


No soy yo sin ti,
porque tu eres mi razón de vivir,
la esencia de mis días
y el descanso de mis noches.
Tu eres mi mismo yo,
porque tu aliento y el mío
son la misma cosa
en distinto cuerpo.

Airam E. M.


PÁJAROS EN LA CABEZA...



Danzaban alrededor, entraban y salían a voluntad. 
Otros se columpiaban en mis cabellos y trinaban todo el día en mis oídos.
A veces me decían cosas que me gustaba oír, cosas dulces, amables y maravillosas, palabras encantadoras y llenas de melodía que me alegraban las horas del día. 
Otras veces se me ponían delante de los ojos y me tapaban la visión y era un poco complicado seguir el resto del día, porque caminaba a trompicones y en ocasiones me chocaba contra las paredes.


Los había de colores brillantes, azules de varias tonalidades, con betas más claras y más oscuras, según le diese la luz del sol.

Daban vueltas sin sentido, e incluso de locos que se ponían, llegaban a chocarse unos contra otros y se desplomaban durante un buen rato a mis pies, atontados. Pero al momento se recuperaban y volvían a subir raudos y veloces a seguir con el juego.

Para ellos no había noche ni día, primavera ni invierno, les daba exactamente igual.

Si había gente alrededor tampoco les importaba, ellos seguían a lo suyo, aunque a veces hacían buena lía con los que tenían otras personas y se mezclaban, cambiaban impresiones y compartían vivencias.

A mi, la verdad, me daba un poco igual lo que hiciesen o dónde estuvieran, yo ya estaba acostumbrada al ruido ensordecedor a veces y también al silencio sepulcral otras.
A mi lo que me daba coraje era el día que salían con diarreas mentales... porque ese día, todo eran cagadas.

Airam E. M.

(Imagen de la red)

lunes, 14 de noviembre de 2016

SUPERLUNA CHABACANA...



Lo perdí todo una noche de superluna... 
Perdí la paciencia, 
perdí los nervios, 
el entusiasmo, 
el raciocinio.
Las mareas no se resistieron a su influjo, 
¿cómo iba a resistirlo yo, 
pobre mortal? 
¿Cómo iba yo a soportar su tira y afloja, 
su sí pero no, 
ese te quiero y no te soporto, 
o el intrigante ir y venir 
con adioses cortantes y cortados?
Un globo hinchado,
luminoso y flotante,
colgado del azul oscuro casi negro,
con un ojo guiñado.
La eterna burlona.
La dama de blanco inquisidora, 
inspiradora, nostálgica.
Pequeñita y lejana unas veces,
otras enorme y chabacana.
Me hizo perder... la cabeza,
o eso intentó aquella noche
y yo, complaciente,
le di gusto y después,
me morí de tristeza.

Airam E. M.

(Imagen de la red)