martes, 20 de noviembre de 2018

QUIEN NO TE CONOZCA QUE TE COMPRE...



¿Te dije que te ibas a quedar más sola que la una? Sí, que te lo dije.
Y también te dije que cuando pasara eso, nadie estaría ahí para ti, ¿no? Bueno, por si se te olvidaba, ya estoy yo para recordártelo.
Lo mejor de todo es que me das lástima. De sobra sabías que con ese comportamiento tuyo no habría quien te aguantase.
Te soportó tu marido, que era un santo varón, a tu verá siempre, haciendo tu gusto y tu soberana voluntad. Ese sí que se merece una peana en un rinconcito de la iglesia, con un jarróncito de flores frescas y un cuadrito de madera, de esos con velas, de los que le echas la moneda y se enciende.
No osaba el pobre Mauricio llevarte nunca la contraria, al menos delante de la gente, claro está. Para mí, que temía represalias después, a solas contigo en casa. Así que se callaba, prudente, y te dejaba soltar barbaridades por esa bocaza tuya, mientras ponía cara de circunstancias.
¡Tan salao! Que mala suerte tuvo de dar contigo...
Ya se lo advirtió su anciana madre cuando se iba a casar (antes eran ancianas las madres a tan corta edad...)
- No te cases con ella Mauricio hijo mío. Que si de novia no te respeta, después va a ser peor. Porque tomará fuerzas, y con los nervios que tiene, no habrá quien la sujete.
- Que no madre... ¡Si ella me quiere!
Y tú lo sabías. Sabías que no eras bien recibida en su casa.
Has sido siempre una lianta. ¡Menuda trayectoria de vida!
Una pena, porque luego no eres nadie. Te subes a la parra como una gata rabiosa y al rato ya estás revolcándote en el lodo.
¿Qué hacemos contigo Remigia?
Quien no te conozca que te compre, que yo no te quiero ni regalada.
(María José E. M.)

¿A DÓNDE VAS PEREGRINO?...



Esta foto y una pregunta que me han hecho, me ha recordado algo que nos pasó hace poco más de dos semanas a mis amigas y a mí.
Salimos a los ensayos de baile, para una coreografía que estamos preparando para una marcha solidaria y demás. 
La tarde no podía estar más fría, lluviosa y desagradable. 
Pasando por una de las calles en el coche, adelantamos a un ciclista con unas pintas muy raras; una me
zcla entre peregrino y vagabundo. Comentamos si sería alguien de algún pueblo cercano, o algún malincuente fugado, con nuestro cachondeito de costumbre reímos un rato.
Llegamos al bar cercano al gimnasio y nos pedimos un café y unos chupitos, para celebrar el día de mi amiga Tere y nos salimos a la puerta mientras terminábamos, para contemplar la lluvia y echar un poco de humo. Al momento apareció otra vez con su bici aquel hombre.
Llevaba un chubasquero amarillo fosforito, un maillot negro, un casco, y traía los calcetines y las zapatillas completamente empapados y embarrados. Se quitó el casco y nos saludó.

- Hola. El albergue está cerrado.

Y ahí, tras el saludo, empezó nuestro interrogatorio.

- Mala tarde para andar de ciclista amigo.

(Tengo unas amigas muy enrollás, lo reconozco.)

-¿Y de dónde vienes?

Su acento no era español ni de lejos.

- De Mérida.

- Uff... Muy lejos para venir en bici hasta aquí.

(Mérida está a poco más de una hora de mi pueblo)

- Pero tú no eres español, ¿verdad amigo?

El pobre hombre hablaba mientras se quitaba las zapatillas y los calcetines. Abrió una de las mochilas y sacó un par de chanclas de las de meter los dedos y se las puso.

- Solución - dijo sonriendo. - Yo soy inglés.

- Ahhh, vale, inglés. ¿Y de qué parte de Inglaterra?

- De Londres.

- Mi hermana vive allí.

- Vengo desde allí en bici.

- Cruzaste el túnel.

- Sí. Francia y España. Camino de Santiago y después a Mérida.

- Eres un peregrino entonces.

Aunque hablaba bastante bien español, le costaba entendernos. Es normal, en mi pueblo hablamos un dialecto del español que además de comernos letras y tener frases hechas poco usuales, hablamos bastante rapidito.

- Voy a Córdoba..., busco sol. Pero no puedo seguir así (señalaba el cielo), necesito descansar y mañana seguir.

- El albergue no está abierto nada más que en verano o vacaciones, pero hay una casa rural y el dueño es el de este bar. Entra y le preguntas si tiene alguna habitación.
Antes de que entrara al bar, una de mis amigas, le dio su chupito diciéndole - Bebe un poco que entres en calor.

- ¿Qué es?

- Alcohol, pa que te calientes.

No quería, pero lo probó. Mi amiga le dijo que se lo quedara todo, pero no quiso más.
Al entrar en el bar lo miraron como un bicho raro. Y el dueño le dijo que no había habitaciones.
Era joven, unos treinta, quizá unos cuantos más. Tenía barbas y una media melena rizada, con alguna cana muy salteada y una cara simpática, con una gotita de agua colgando de vez en cuando de su nariz, por estar totalmente empapado tras kilómetros de bici bajo la lluvia.
Se llama George y estuvimos intentando buscarle alojamiento, pero no lo conseguimos. Nadie quiso. ¿Miedo, desconfianza? Quizá una mezcla.
Mi amiga pensaba como yo, que no le hubiera importado, en parte, que se quedara en casa.

Pero... a veces, aunque te dejes llevar por el 'haz el bien y no mires a quien', después en frío, te asalta lo de 'no hay mal que por bien no venga' ...¿O era al revés?


(María José)

SIN ADJETIVOS...



¿Cómo te lo explicaría yo? 

Cuesta contarlo...
No había nada, 

aunque a veces, 
todo giraba en torno a él.
Le daba luz a mis momentos de bajón, 

sin embargo, 
tenía la habilidad de echar abajo los de subida, 
así, por capricho. 
Me hacía dudar 

hasta de mis propios sentimientos 
y me sumía en una espiral de desencanto.
Yo nada le exigí, 

no lo necesitaba, 
tan solo me gustaba contar con él, 
saber que existía 
y que formaba parte de mi mundo.
Sin saber cómo ni porque, 

aquel oasis de mi desierto se fue secando. 
El sol que tanto lo calentaba, 
fue evaporando su agua sorbo a sorbo, 
hasta que solo quedó la arena, 
movida de un lado a otro por el viento.
De vez en cuando, 

ese mismo viento, 
vuelve y me susurra al oído 
una de sus canciones de siempre 
y mi cuerpo tiembla 
como una hoja en el árbol.
De todas formas, 

el bucle se ha roto, 
y yo no tengo prisa, 
porque no voy a ningún sitio.

(María José)

ROSAS ESPINADAS...



Me apuñalas con rosas espinadas.
Me das la miel... y después,
me amargas con tu hiel.
No puedo llorar.
No quiero llorar.
Eres cruel.
Apariencia de ángel,
mientras mil demonios te habitan.
Vuelvo una y otra vez a derrumbarme.
Ya no sé ni siquiera si te amo.
Yo no sé si me quieres todavía.
Tormenta de sentimientos
me ennegrece el alma y me desquicia.
Ni contigo ni sin ti.
Mátame de una vez,
que no quiero seguir en tu infierno.
(María José E. M.)

Imagen tomada de la red.

miércoles, 27 de junio de 2018

VAMOS DESPACIO...



Avancemos despacio,
Para gozar de las vistas, 
que no hay prisa 
y no es tarde.
Para disfrutar del recorrido, 
de cada recodo del camino,
de los vaivenes de la carretera,
del sentido que toma el viento...,
de un último y tímido rayo de sol en el horizonte,
del sonido del silencio entre las ramas de los árboles,
de las primeras hojas secas que tiemblan al caer...
Vamos despacio,
saboreando el rosario de segundos del reloj de arena,
con calma,
con pausa,
con la mirada puesta en cada paso,
siempre firme
y con el brillo de la alegría en los ojos.


M. J. Enciso

ACUARELA Climent La Repera

DIALOGOS DE SOL Y LUNA...



Solo intentar acercarme a ti es suficiente 
para que tu mirada se llene de evasivas. 
Me dice mi intuición que querer, quieres, 
pero que no te atreves.
Yo me callo y tu,
me sueltas frases que te desentienden del momento.
Te sigo mirando,
te pregunto cosas que no me interesan.
Me miras de reojo y me buscas las vueltas.
No quieres mostrarme tu cara de fiesta
ni ponerte triste,
ni que yo lo sepa,
si te baila el alma cuando estamos cerca.
Con este tira y afloja que te traes,
me pones negra.
Yo pretendo que me abraces
y tu, sin querer mirarme,
haces que te alejas
con pasitos lentos y sonrisa tierna.
-Mañana nos vemos, ¿estarás despierta?
-Te espero, no faltes.


M. J. Enciso

EL PLANETA FANTASMA...



Aquél era el mejor plan que habíamos ideado nunca. 
Movimos cielo y tierra para organizar la sede y llegar a todos los rincones de donde pudiésemos obtener algo, por poco que fuese.
Necesitábamos cualquier ayuda, viniese de donde viniese y nada era poco, cualquier cosa servía.
Albañiles, médicos, cirujanos, farmacéuticos, electricistas, cocineros, hortelanos, pescadores, arquitectos, panaderos, pastores, pintores, maestros, sastres... todos sin fronteras, sin apegos y sin límites. Daba igual de que parte del mundo fueran, el color, la raza, la religión, el idioma que hablaran, todo eso no importa nada.
Íbamos a obtener subvenciones para crear una nueva civilización en un planeta abandonado que habíamos encontrado muy cerca de La Tierra. Un planeta que aparecía cada doscientos años orbitando junto a nuestra Luna y que era un paraíso absoluto. Su tiempo de espera era tan sólo de un mes y después, volvería a desaparecer, quizá durante otros doscientos años... Así es que el tiempo apremiaba para hacer 'la mudanza' y los voluntarios no paraban de llover. Pusimos anuncios en periódicos, en radio y televisión, en redes sociales, con el requisito indispensable de abstenerse al proyecto políticos, banqueros, sacerdotes y manipuladores sociales diagnosticados. El trueque volvería a ser la moneda de cambio y cada uno le rezaría al dios que considerase necesario en privado.
La nave era inmensa, un gran titanic, con las bodegas repletas de semillas, víveres y enseres suficientes para que todos los pasajeros sobrevivieran mientras se daba forma a ese 'Nuevo Mundo'. El despegue estaba previsto con los mejores pilotos y tripulantes para la madrugada del cambio de hora.
La despedida fue agridulce para muchos, un alivio para algunos y la tan ansiada solución para la mayoría. Yo, me quedé aquí para dar testimonio del suceso y para sentar precedente para el que esté dispuesto a afrontar el reto de continuar el proyecto. Ya sabe que aún le queda trabajo por hacer... y unos cuantos de años mientras está de camino por su órbita 'El Planeta Fantasma'.


M.J. Enciso

REDES SOCIALES...



Caras y más caras. 
Rostros con o sin nombre. 
Conocidos y desconocidos. 
De aquí y de allí. 
Ante mis ojos 

un desfile interminable 
de apariencias.
Gente con cara de gato,
otros de perro.
Algunas son un paisaje.
Incluso los hay en forma de flor.
Nombres reales e inventados.
Con o sin amigos en común.
Estudiantes que nunca estudiaron.

Poetas de verso fácil.
Lunáticos y enamorados.
Amas de casa.

Los hay que tienen incluso cuatro iguales, 
porque pierden la contraseña.
Curas de pueblo.

Observadores silenciosos,
curiosos empedernidos.
Catetos de ciudad.
Tribus urbanas.
Empresarios con corbata.
Tatuadores y tatuados.
Selfies con morritos.

Gente de buen humor.
Lenguas con piercing.
Coleccionistas de amigos.
Señores mayores 

en busca del amor de su vida.
Vagabundos sin fronteras.
Creyentes acérrimos.
Agnósticos sin diagnosticar.
Pastores de cabras sin afeitar.
Vidas ajenas 

en catálogos infinitos.
Cada una, 
una historia real 
y otra que yo imagino al mirar.

M. J. Enciso

¡QUÉ BONITA LOCURA!...



A veces me llaman loca 
¡que bonita locura 

si sabes disfrutarla!
Y me río de mi sombra...
y a veces de tu mala sombra.
Que suerte la mía,
gozar de mi locura
y llorar de alegría...
Desátate, cuerda
y se tan libre
como tú misma te permitas.
No dejes que se te esfume la vida
con la apatía sembrada en tu semblante.


M.J. Enciso

QUE NO NOS LLEVE LA CORRIENTE...



Que no nos lleve la corriente, 
enséñanos a flotar, 
si caemos por el caminito de piedras al río. 
Que no nos arrastre ninguna corriente,
que sepamos nadar 

y guardar la ropa.
Y si no,
que siempre encontremos 

algo a lo que aferrarnos,
sólido y bien anclado,
que nos de la seguridad necesaria 

para pensar que no nos ahogaremos,
aunque el agua nos llegue al cuello.
Hasta que bajé la marea,
las aguas vuelvan a su cauce
y el sol tibio nos caliente la piel mojada.


M.J. Enciso

Foto de la red

LAS GANAS DE VIVIR...



M'encanta verte reír,
que te pasen cosas buenas,
que seas, 
incluso mejor de lo que aparentas, 
pero que te baste con demostrarlo,
y nunca se te escuche alardear.
Me enamora descubrir
sentimientos con forma de persona,
palabras que abrazan,
miradas risueñas.
A veces hay que tomar aliento,
respirar hondo
y coger carrerilla
para impulsarnos,
para ser los que fuimos
y que no se nos caigan
ni por un segundo
las ganas de vivir.


M.J. Enciso

Foto de la red

ME REGALA FLORES...


Todos los días 
me regala flores, 
auténticas bellezas naturales. 
Pero no las corta, 
no las mata, 
ni las marchita prematuramente.
Tan sólo las capta para mí
y después me las ofrece,
como su mayor tesoro.
Yo, cuidadosamente,
las pongo en este jarrón,
y las coloco en esta gran ventana.
Mirarlas me alegra,
y me embelesa,
artista y admirador
de la naturaleza.


M.J. Enciso

Foto Juan L.V.

CINISMO...





Me veo en aquel instante a punto de caer al suelo y aún así todavía tenía fuerzas para sonreír a Lucía... Era la despedida. Jamás volvería a verla viva, así que le dije la verdad.
...La verdad.
- No te quiero. No es de hoy, ni de ayer este sentimiento mío hacia ti, que me nace en lo más hondo y me aprieta las tripas cuando te miro.
Me das asco, ¿sabes? He intentado, durante media vida superarlo, hacer de tripas corazón y buscarte la parte buena, algo bonito, algo agradable, y no puedo, no encuentro nada que me consuele en ti. Que me cegué pensando que tus padres tenían dinero, posición y posibilidades de hacerme la vida fácil, pues sí, ¡lo hice! Pero tú no me sacaste de mi error en ningún momento, al contrario, con tus aires de grandeza te regodeabas en aquella falsa fortuna... Lo de no tener hijos contigo, quizá haya sido lo mejor, nada que me ate a ti, ninguna carga... Sólo faltaría que encima se hubiera parecido a ti..., o a tu madre, ¡que sois feas con ansia!
El matarratas me costó barato, y mezclado con ese puré de patatas que te hice hoy para merendar te ha sabido a gloria bendita. Ni un remilgo le has hecho. 
Yo estoy flojo de la tensión, impaciente pensando que ya llegó el momento, que por fin tomé la decisión correcta. 
Esto podía haber sido menos drástico, si cuando me sorprendiste acostado con tu mejor amiga me hubieses mandado a tomar por culo. Has sido tonta hasta el final.

M.J.Enciso

Foto de la red

CIELO ROJO SANGRE




Mira por la ventana
y descubre un cielo rojo sangre.
El sol se despide un día más
y sigue sola,
apartada de todo y de todos...,
como ayer y anteayer
y mañana será igual.
Sus hijos han crecido
más deprisa de lo que nunca hubiera imaginado,
van y vienen a la casa
y ella se siente vacía,
extraña, sola.
Él ya no la toca como antes
y ella se muere por sentir
sus manos apretando su cuerpo.
Sabe que la mira,
como quien mira sin ver...
y realmente no la ve,
ni la piensa,
ni la siente
y a ella se le encojen las entrañas.
La Luna sigue creciendo,
preñada de locura,
redonda e inestable.
Ella se mira al espejo
y se pinta una sonrisa extraña,
pero sus ojos no la acompañan.
Se difumina el rojo en la ventana
igual que su sangre se agua
y se diluye por sus venas
y sus penas,
se hacen nudos de ahorcado en su garganta.

M.J. Enciso


FOTO de la red

viernes, 16 de marzo de 2018

TU MELODÍA...



Tu melodía hace latir mi corazón... 
me envuelve y me acaricia, 
convirtiendo mi cuerpo en pentagrama 
en el que escribes tus notas. 
Eres la sinfonía inacabada
de mis noches y mis días...,
la clave de sol de mis mañanas.
Contigo doy el "do" de pecho
y grito tu nombre mientras te sueño.
Vienes y vas con el viento
que me adormece y me susurra
y en tus silencios, casi desvanezco.
Mil palabras, millones de suspiros,
horas que se diluyen convertidas en segundos
porque el tiempo contigo no entiende
de relojes, agujas ni tic-tac.
Te invento frente a mi
y tomas nueva forma,
luces y sombras,
blancas y corcheas
que suben y bajan en el aire
y tú, allí, transformado en música
que me recorre y me arrastra,
me acorrala y me devora,
mientras sucumbo a la clave de tus besos.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

DULCE TENTACIÓN...



Tuve que hacerlo, lo siento. 
Sé que no debería haberlo hecho, que el verano ya había terminado y con ello los paseos en bici, las carreras por la playa en bikini, los partidos de padel al atardecer, los bailoteos en la disco hasta el amanecer... 
Esos batidos de frutas y verduras nada más despertar me activaban cada poro del cuerpo y tras ellos un baño en el yacuzzy y el masaje relajante que me preparaba mi amigo Marco.
Sé que no debería haber tirado todo por la borda aquella tarde, pero no pude resistir la tentación. Mi pasión pastelera fue más fuerte que yo. 

Saqué de la nevera cuatro huevos, un yogur, puse en un bol tres partes de harina, y como loca me puse a batirlo todo. Lo horneé durante casi una hora a ciento cincuenta grados centígrados y en cuanto lo desmoldé, impaciente por hincarle el diente, caliente y todo, ¡me lo zampé!

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

SIN PRISAS...



Avancemos despacio,
Para gozar de las vistas, 
que no hay prisa 
y no es tarde.
Para disfrutar del recorrido, 
de cada recodo del camino,
de los vaivenes de la carretera,
del sentido que toma el viento...,
de un último y tímido rayo de sol en el horizonte,
del sonido del silencio entre las ramas de los árboles,
de las primeras hojas secas que tiemblan al caer...
Vamos despacio,
saboreando el rosario de segundos del reloj de arena,
con calma,
con pausa,
con la mirada puesta en cada paso,
siempre firme
y con el brillo de la alegría en los ojos.


Mariajosé E. M.

BAJO LA LLUVIA...



Un día tú yo planeamos un encuentro.
Llovía a chuzos mientras hablábamos por teléfono.
Tú, fumabas un cigarrillo en la terraza, a cubierto del agua y de la gente. 

Yo, miraba por la ventana, esperando que las nubes hicieran un descanso.

Sería un encontronazo improvisado,
fortuito..., insospechado.
Sucedería como si nunca lo hubiéramos pensado.

Nos haríamos los sorprendidos al encontrarnos, y así, entre el bullicio de la gente, nos saludaríamos con un beso inocente. Uno de esos besos que se mueren por ser algo más. Nuestras manos y nuestras caras tropezarían torpemente.

Escampó por fin y salió el sol de septiembre, y tú y yo estábamos allí, de pronto, sonriéndonos frente a frente.
Yo, intentando no mirarte más de la cuenta, tú, observándome por debajo de cuerda.

No podía haber más gente alrededor, gente que iba y venía, subía y bajaba la calle y el café duró un segundo infinito, en aquella cita insospechada.

Por la noche me desvelé recordando tu sonrisa, esa que me conquistó hace mucho con solo imaginarla. Con tu risa, que me atrapó desde el principio. Con el sonido de tu voz, tan dulce... Y me dormí por fin, con la sensación de haber estado contigo una vez más, también en está vida, como en otras anteriores.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

NOVIEMBRE AMARGO...



NOVIEMBRE... AMARGO

No me sirve de nada escuchar música de la que te clava puñales con dulces sonidos. 
Duele en el aire, desde que se capta, al entrar por los oídos retumba en mi cabeza y me aturde. 
Ninguna frase de consuelo es suficiente cuando el dolor no te deja respirar, cuando es martes, medio día, con el sol en lo más alto y llueve a cántaros dentro de mi alma. 
¡Qué difícil es aceptar que somos como somos!
Y los huesos a veces no soportan el peso de mi corazón hecho añicos y me vence la apatía y me dejo caer.
De como una bonita conversación termina siendo, en una sola frase sin sentido, un "hasta mañana"...
Y cuando no se entiende el paso del blanco al negro, sin pasar si quiera por el gris, y pasar del jueves al viernes es un trauma, cuando el fin de semana es una tortura y el lunes... ¡Qué te voy a decir yo de los lunes!
Intento buscar el arco iris en cada charco, ilusionarme con cada rayo de sol entre las nubes y susurrarle al viento, que me abrace y me acurruque, como si fuesen tus mismos brazos los que lo hacen.
Nada se puede cambiar, y lo que pasa, tan solo es así porque es lo que toca, porque tiene que pasar, aunque duela.
La prisa por llegar a ningún sitio, el miedo a no encontrarte a tiempo, ansiedad sin recompensa y lágrimas de amargura después de cada desencuentro.
Noviembre y su frío, su ternura, su dulzura que se torna amarga..., noviembre de nuevo y sin ti, sin tu voz en mi oído, sin el calor que abriga la esperanza que me hace cosquillas solo con vivir.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

SIN NI SIQUIERA TOCARME...



Subes y bajas en mi pecho 
con cada uno de mis latidos.
Despiertas en mí 
cuando abro los ojos 

al nuevo día.
Mi aire es tu aire,

tu piel respira mi piel.
te absorbo
y me habitas
de pies a cabeza,
sin ni siquiera tocarme.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.


CORAZÓN TEMPLADO...



Te desafío a encender 
mi tibio corazón.
Mi corazón templado, 
mi corazón herido.
Tú que sabes de amores,
que desechas olvido,
ayúdame a seguir
con tu pecho en el mío.
Corazón vagabundo
guerrillero y altivo.
Primaveras de fuego
dame besos de Luna
y quédate conmigo.


Mariajosé E. M.

¡DESPIERTA!...



Hay heridas que se descosen 
al roce de un leve pensamiento desprevenido 
y escuecen, 
como si pusieras sal.
Despierta en mis sentidos 

una angustiosa vulnerabilidad, 
y para los latidos de un vivido dolor lejano, 
olvidado.
Todo son curvas vertiginosas 

y me empiezo a marear inevitablemente.
No hay rumbo fijo, 

no hay salida, 
los frenos no funcionan.
¡Despierta, despierta!!


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

EL PLANETA FANTASMA...



Aquél era el mejor plan que habíamos ideado nunca. 
Movimos cielo y tierra para organizar la sede y llegar a todos los rincones de donde pudiésemos obtener algo, por poco que fuese.


Necesitábamos cualquier ayuda, viniese de donde viniese y nada era poco, cualquier cosa servía.

Albañiles, médicos, cirujanos, farmacéuticos, electricistas, cocineros, hortelanos, pescadores, arquitectos, panaderos, pastores, pintores, maestros, sastres... todos sin fronteras, sin apegos y sin límites. 

Daba igual de que parte del mundo fueran, el color, la raza, la religión, el idioma que hablaran, todo eso no importa nada.
Íbamos a obtener subvenciones para crear una nueva civilización en un planeta abandonado que habíamos encontrado muy cerca de La Tierra. Un planeta que aparecía cada doscientos años orbitando junto a nuestra Luna y que era un paraíso absoluto. Su tiempo de espera era tan sólo de un mes y después, volvería a desaparecer, quizá durante otros doscientos años... Así es que el tiempo apremiaba para hacer 'la mudanza' y los voluntarios no paraban de llover. 


Pusimos anuncios en periódicos, en radio y televisión, en redes sociales, con el requisito indispensable de abstenerse al proyecto políticos, banqueros, sacerdotes y manipuladores sociales diagnosticados. El trueque volvería a ser la moneda de cambio y cada uno le rezaría al dios que considerase necesario en privado.

La nave era inmensa, un gran titanic, con las bodegas repletas de semillas, víveres y enseres suficientes para que todos los pasajeros sobrevivieran mientras se daba forma a ese 'Nuevo Mundo'. El despegue estaba previsto con los mejores pilotos y tripulantes para la madrugada del cambio de hora.


La despedida fue agridulce para muchos, un alivio para algunos y la tan ansiada solución para la mayoría. 

Yo, me quedé aquí para dar testimonio del suceso y sentar precedente para el que esté dispuesto a afrontar el reto de continuar el proyecto. Ya sabe que aún le queda trabajo por hacer... y unos cuantos de años mientras está de camino por su órbita 'El Planeta Fantasma'.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

COMPASIÓN...



Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. 
Se había desmayado al encontrarlo atado a aquella piedra de molino. 
Las cadenas alrededor de su cuello y sus patas le habían provocado heridas encarnizadas y sangrientas. Se armó de valor y le habló con dulzura:

- Escúchame atentamente. No sé quién te habrá hecho esto, ni sus motivos, pero no hay derecho. Igual tienes hijitos por ahí, esperando que les lleves algo de comida y se morirán de hambre, mientras tú vas a morir aquí, de pena y de dolor.


Tu espérame tranquilo, no te violentes, que voy a soltarte bajo mi responsabilidad.
Cogió una enorme piedruca y aporreó las cadenas hasta que las rompió.
Entonces, al verse libre, el dinosaurio le contestó en su idioma:


- Yo te agradezco mucho el detalle colega, pero la cosa está mu malita y ni gallinas ni gatos se encuentran por aquí, así que tú serás hoy la merienda en mi casa, espero que sepas perdonarme.


No hay mal que por bien no venga, efectivamente.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

AMANECER EN LA PLAYA...



Nos amaneció sentados en la playa. Estuvimos toda la noche alrededor de la lumbre, María tocaba la guitarra y aceptaba peticiones musicales de todo tipo. 
Bebíamos y reíamos, los más atrevidos bailaban sobre la arena y saltaban dando volteretas. Fernando se había liado un canuto y trataba de hacerse el simpático con todas, Noelia había cortado con él esa misma tarde y quería demostrarle que no le importaba nada, que no le afectaba en absoluto. 
Yo observaba al grupo y participaba, intentando adaptarme a todos cuanto antes, después de todo sólo llevaba una semana en el pueblo. La noche iba difuminando estrellas en el horizonte y poco a poco, uno a uno se fueron marchando de la playa. 

El sirimiri dio paso a una lluvia cada vez más intensa que nos caló hasta los huesos. Entonces, Noelia se puso en pie y me extendió la mano. Yo la acepté y agarrados, nos adentramos en el mar, que recibió nuestros cuerpos ya mojados en un abrazo a tres bandas que nada podrá borrar jamás.


Mariajosé E. M.

DESTINO FINAL...



De nuevo Rusia. 
El viejo aeroplano había aterrizado dando bandazos contra la pista de tierra y nieve. La aguja del combustible marcaba lo que le daba la gana y el ruido del motor era ronco y feo, como de tartana. Era casi tan viejo como yo, y los dos teníamos achaques y dolamas, pero ni él ni yo nos quejábamos nunca por nada. Nos teníamos el uno al otro y durante toda una vida nos habíamos recorrido juntos los rincones más inhóspitos y olvidados de la tierra. Este era nuestro destino final, me vengo a morir a Rusia, cuando ya nada más me queda que esperar mi último viaje, ese sin retorno del que todos tenemos billete sacado y Rusia me abraza con su eterna y fría calidez.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red.