viernes, 16 de marzo de 2018

LUCÍA...



Me veo en aquél instante a punto de caer al suelo y aún así todavía tenía fuerzas para sonreír a Lucía... Era la despedida. Jamás volvería a verla viva, así que le dije la verdad...

- No te quiero. No es de hoy, ni de ayer este sentimiento mío hacia ti, que me nace en lo más hondo y me aprieta las tripas cuando te miro.
Me das asco, ¿sabes? He intentado, durante media vida superarlo, hacer de tripas corazón y buscarte la parte buena, algo bonito, algo agradable, y no puedo, no encuentro nada que me consuele en ti. Que me cegué pensando que tus padres tenían dinero, posición y posibilidades de hacerme la vida fácil, pues sí, ¡lo hice! Pero tu no me sacaste de mi error en ningún momento, al contrario, tú con tus aires de grandeza te regodeabas en aquella falsa fortuna... Lo de no tener hijos contigo quizá haya sido lo mejor, nada que me ate a ti, ninguna carga... Sólo faltaría que encima se hubiera parecido a ti..., o a tu madre, ¡que sois feas con ansia!
El matar ratas me costó barato, y mezclado con ese puré de patatas que te hice hoy para merendar te ha sabido a gloria bendita. Ni un remilgo le has hecho. Yo estoy flojo de la tensión, impaciente pensando que ya llegó el momento, que por fin tomé la decisión correcta. Esto podía haber sido menos drástico, si cuando me sorprendiste acostado con tu mejor amiga me hubieses mandado a tomar por culo. Has sido tonta hasta el final.

Mariajosé E. M.

Imagen de la red

No hay comentarios:

Publicar un comentario