viernes, 16 de marzo de 2018

NOVIEMBRE AMARGO...



NOVIEMBRE... AMARGO

No me sirve de nada escuchar música de la que te clava puñales con dulces sonidos. 
Duele en el aire, desde que se capta, al entrar por los oídos retumba en mi cabeza y me aturde. 
Ninguna frase de consuelo es suficiente cuando el dolor no te deja respirar, cuando es martes, medio día, con el sol en lo más alto y llueve a cántaros dentro de mi alma. 
¡Qué difícil es aceptar que somos como somos!
Y los huesos a veces no soportan el peso de mi corazón hecho añicos y me vence la apatía y me dejo caer.
De como una bonita conversación termina siendo, en una sola frase sin sentido, un "hasta mañana"...
Y cuando no se entiende el paso del blanco al negro, sin pasar si quiera por el gris, y pasar del jueves al viernes es un trauma, cuando el fin de semana es una tortura y el lunes... ¡Qué te voy a decir yo de los lunes!
Intento buscar el arco iris en cada charco, ilusionarme con cada rayo de sol entre las nubes y susurrarle al viento, que me abrace y me acurruque, como si fuesen tus mismos brazos los que lo hacen.
Nada se puede cambiar, y lo que pasa, tan solo es así porque es lo que toca, porque tiene que pasar, aunque duela.
La prisa por llegar a ningún sitio, el miedo a no encontrarte a tiempo, ansiedad sin recompensa y lágrimas de amargura después de cada desencuentro.
Noviembre y su frío, su ternura, su dulzura que se torna amarga..., noviembre de nuevo y sin ti, sin tu voz en mi oído, sin el calor que abriga la esperanza que me hace cosquillas solo con vivir.


Mariajosé E. M.

Imagen de la red.

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